¿Qué es la iluminación Led?
Un LED (Lighting Emitting Diode) es un diodo semiconductor capaz de emitir luz. Desde hace muchos años se ha venido usando en diversos dispositivos, sobre todo en botones para indicar estados como por ejemplo en los botones de grabación de un DVD o para según el color indicar si el aparato está encendido (verde) o apagado (rojo).
El primer LED se desarrolló en 1927 por Oleg Vladimírovich Lósev pero no fue hasta los sesenta cuando comenzó a usarse en la industría. Desde entonces los avances se han sucedido y desde los primeros LEDs que sólo se podian construir en color rojo, verde o amarillo y con una intensidad de luz baja hemos pasado a nuevos que pueden ofrecer una luz blanca y suficiente para iluminar una habitación.
El funcionamiento físico del LED
El funcionamiento de un LED consiste en que un electrón al pasar de la banda de conducción a la de valencia, pierde energía la cual se manifiesta en forma de fotón (partícula elemental responsable de las manifestaciones cuánticas) desprendido, con una amplitud, dirección y fase aleatoria. Como en muchos más casos, en la wikipedia podréis encontrar información interesante sobre el funcionamiento físico de un LED así como datos más técnicos.
¿Y los colores? La luz de LED es monocromática y depende del material utilizada en el semiconductor. Según éste conseguimos que la luz emitida sea roja, azul, ultravioleta,… Para conseguir diferentes tonos de color, teniendo en cuenta ese de detalle de ser luz monocromática, lo que hacemos es recurrir la combinación entre ellos y el uso de diferentes intensidades.
De esta forma para conseguir luz blanca podemos mezclar la luz de tres LEDs, uno azul, otro rojo y por último verde. Que con ni más ni menos que los colores que forma el espacio de color RGB. En cuanto a la cantidad de luz, depende de la intensidad de la corriente eléctrica aunque aquí hay varios puntos a considerar de los que hablaremos más tardes.
Ventajas del LED
Ya las comentamos hace no mucho pero nunca viene mal volver a mencionarlas. Y es que, frente a las bombillas incandescentes suponen una gran mejora pero sobre las luces halógenas también.
- Eficiencia energética con un consumo de hasta un 85% menos de electricidad.
- Mayor vida útil pudiendo ofrecer unas 45.000 horas de uso.
- La luz más ecológica. No sólo por el ahorro energético sino por los componentes químicos que la forman. Nada de tugsteno o mercurio y resto de productos tóxicos.
- Baja emisión de calor y mínimo mantenimiento. La eficiencia energética provoca una mínima emisión de calor provocado por el desperdicio de energía para conseguir la potencia de luz deseada en las bombillas incandescentes.